lunes, 20 de enero de 2014

Supersticiosas tradiciones o la tradición de las supersticiones. (Segunda parte)



Supersticiones relacionadas con la salud:

Dar un susto para curar el hipo
...O beber agua sin respirar, o aguantar la respiración todo lo que se pueda, rezar una oración diez veces seguidas... Supersticiones hay muchas ¡Y todas funcionan! Pues de lo que se trata es de controlar (o cambiar) la pauta respiratoria para eliminar las fluctuaciones del diafragma que causan el tan molesto hipo.

Decir "Jesús" al estornudar.
Cuando alguien estornuda, inconscientemente le deseamos "Salud" o invocamos a Dios para bendecirlo "Jesús". La costumbre es más vieja de lo que pensamos... Ya la practicaban los romanos, que pensaban que si alguien enfermaba (y si tosía o estornudaba, puede que le rondara algo) más posibilidades tenía de salvarse cuantas más bendiciones recibiera. Los antiguos consideraban el estornudo especialmente malsano ya que creían que, a través de él, se podía escapar el alma, el "espíritu vital". No en vano, Prometeo había dado vida al primer ser humano estornudando encima de él...

Poner la mano delante de la boca al estornudar o bostezar.
Dejando aparte que es una práctica higiénica muy sencillita y muy recomendable, se pone la mano delante de la boca para impedir que el Diablo entre en el cuerpo, que ser poseído de manera tan tonta es de ídem, la verdad...

El cobre cura el reumatismo
Servidor, que hace años que peina canas, lo veía de chico en sus mayores: Un brazalete de cobre para aliviar los dolores del reumatismo. Cada cierto tiempo veo reaparecer lo de los "brazaletes milagrosos" (el último, hace unos años, era de goma con un poco de papel de aluminio y decían que mejoraba el equilibrio). Y la cosa es que, por efecto placebo, puede que algo haga. O eso crea la gente que los lleva. Sea como fuere, llevar brazaletes y amuletos para protegerse del peligro, curar enfermedades o aliviar los dolores, es tan antiguo como el hombre (bueno, un poco más, que el neandertal no era sapiens como nosotros y ya lucía, de amuletos y abalorios)

Las ventanas, cerradas.
Las ventanas se cierran por la noche, a no ser que haga muchísimo calor, y aún así muchos ponen, al menos una cortina. Por los mosquitos, dicen. Y no digo yo que no, pero fue costumbre fundamentada en la creencia que, por la noche, los espíritus de los muertos podían entrar por las ventanas, a llevarse la salud de los vivos (en especial de los enfermos, ancianos y niños, es decir, de los débiles).

Los gatos roban el aliento de los niños.
Y con ello la salud y el alma, que ya se sabe que son bichos a medio camino entre la tierra y el infierno... Luego se descubrió que no robaban nada, sino que provocaban asma (o algo parecido) a las personas alérgicas.

Rituales de vida y de muerte

Soplar las velas del pastel de cumpleaños
Como tantas otras, es tradición heredada de la Grecia clásica. En honor de Artemisa, diosa de la luna y de la caza, se ponían velas en sus templos, velas que, en un momento determinado del ritual, tenían que apagarse de un único soplo, para que la diosa otorgara sus bendiciones...

Los novios unen sus manos al casarse.
Es tradición que se está perdiendo. Al recibir las bendiciones, los novios se cogían la mano ante el altar. Antes, se les ataba un pañuelo, y en la edad media, en algunos lugares se les uncía el yugo de un arado (pero claro, en el Medievo los hombres eran hombres y las mujeres, mujeres). No creo que haya que explicar la simbología de unir físicamente a dos personas en el transcurso de una ceremonia que los une legalmente ante la divinidad y ante la sociedad. Hoy en día, que la boda no tiene porqué tener ni altar ni cura ni siquiera parejas del mismo sexo, pues todo esto como que se recorta (a la última en que fui, en el Registro Civil, de dos amigos gays, la jueza despachó el tema en cinco minutos, que ni dejarles ponerse los anillos quería... En fin...)

El beso de los novios al casarse.
La Iglesia católica no acepta la legitimidad del matrimonio si no se consuma (de hecho, es una de las razones que acepta para declarar su ilegalidad... Aunque creo que el cambio de sexo de uno de los conyugues también les vale). Sea como fuere, en el pasado era tema importante, así que los recién casados hacían el acto conyugal delante de testigos, para que dieran fe que todo estaba correcto. De esa costumbre queda el beso... y no sé yo si el que el novio le ponga el anillo a la novia, ya saben, un dedo pasando por un aro, es decir, un agujero... y no me hagan explicárselo más.

El origen de las coronas funerarias
Actualmente colocamos coronas o centros de flores junto al sarcófago, en el velatorio, como muestra de afecto y recuerdo al difunto. Originalmente la tradición era un poco más siniestra. Una rueda de flores sobre la tumba, o colgada de la puerta de la casa... Lo que hacía era impedirle el paso al muerto, para que no se alzara e importunara a los vivos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario